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Pasivo no corriente: qué es, ejemplos y cómo afecta a la estabilidad financiera

Pasivo no corriente: qué es, ejemplos y cómo afecta a la estabilidad financiera
Marta Soto

En este articulo verás:

Cuando se habla de contabilidad y finanzas, hay conceptos que pueden parecer complejos a simple vista, pero que son esenciales para comprender la salud económica de una empresa. Uno de ellos es el pasivo no corriente, una categoría fundamental dentro del balance de situación de cualquier negocio.

Si estás buscando información clara y detallada sobre este término, aquí encontrarás todo lo que necesitas saber.

En este artículo, no solo entenderás qué es el pasivo no corriente, sino también cómo se clasifica, qué ejemplos existen y qué impacto tiene en la estabilidad financiera de una empresa. 

¿Qué es el pasivo no corriente?

El pasivo no corriente hace referencia a todas aquellas deudas y obligaciones financieras que una empresa tiene y que se deben pagar en un plazo superior a un año.

Es decir, son compromisos a largo plazo que pueden incluir préstamos bancarios, emisión de bonos, arrendamientos financieros y otras obligaciones contractuales que no requieren un pago inmediato.

Esta clasificación es crucial porque permite a las empresas estructurar su financiación y planificar la devolución de sus deudas sin comprometer su liquidez inmediata.

En otras palabras, el pasivo no corriente permite a las compañías realizar inversiones a largo plazo sin la presión de devolver el dinero en el corto plazo.

Diferencia entre pasivo no corriente y pasivo corriente

Antes de profundizar en los distintos tipos de pasivos no corrientes, es importante entender la diferencia con el pasivo corriente. Ambos forman parte del pasivo total de una empresa, pero se distinguen por el plazo de pago:

  • Pasivo corriente: son las deudas y obligaciones a corto plazo; es decir, aquellas que deben pagarse en un período inferior a 12 meses. Ejemplos comunes son las facturas de proveedores, los impuestos a pagar o los préstamos bancarios con vencimiento en el año en curso.
  • Pasivo no corriente: como mencionamos antes, son las obligaciones a largo plazo, cuyo vencimiento es superior a un año.

Esta diferenciación es esencial porque permite analizar la capacidad de una empresa para hacer frente a sus pagos tanto en el corto como en el largo plazo. Un desequilibrio entre estos dos tipos de pasivos puede ser señal de problemas financieros.

Ejemplos de pasivo no corriente

El pasivo no corriente puede adoptar muchas formas dependiendo del sector en el que opere la empresa. Algunos de los ejemplos más comunes incluyen:

  • Préstamos a largo plazo: cualquier deuda contraída con entidades financieras cuyo pago se extiende más allá de un año.
  • Emisión de bonos: algunas empresas financian sus operaciones emitiendo bonos que los inversores compran con la promesa de devolverles el dinero en el futuro con intereses.
  • Arrendamientos financieros: cuando una empresa adquiere bienes (como maquinaria o inmuebles) a través de un arrendamiento con opción a compra que se paga en varios años.
  • Obligaciones fiscales diferidas: impuestos que la empresa debe pagar en el futuro, pero que aún no han vencido.
  • Provisiones a largo plazo: fondos reservados para cubrir gastos futuros previsibles, como indemnizaciones o planes de pensiones para empleados.

Importancia del pasivo no corriente en la estabilidad financiera

Un exceso de pasivo no corriente puede ser un signo de que una empresa está demasiado endeudada y podría tener problemas para cumplir con sus obligaciones en el futuro. Sin embargo, también es cierto que contar con cierto nivel de deuda a largo plazo puede ser positivo, ya que permite a la empresa invertir en crecimiento sin comprometer su liquidez inmediata.

La clave está en mantener un equilibrio. Si una empresa financia sus inversiones únicamente con capital propio, puede estar perdiendo oportunidades de crecimiento.

Por otro lado, si depende demasiado de la deuda, corre el riesgo de no poder afrontar sus compromisos financieros.

Para analizar la salud financiera de una empresa en términos de pasivo no corriente, se utilizan varios indicadores, como:

  • Ratio de endeudamiento: mide qué porcentaje del total de activos está financiado con deuda.
  • Ratio de cobertura de intereses: evalúa la capacidad de la empresa para pagar los intereses de su deuda con los beneficios que genera.
  • Solvencia financiera: indica la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones a largo plazo.

¿Cómo se gestiona el pasivo no corriente?

Una gestión adecuada del pasivo no corriente puede marcar la diferencia entre una empresa estable y una con problemas financieros. Algunas estrategias clave incluyen:

  • Planificación financiera a largo plazo: es fundamental tener un plan que contemple no solo el pago de las deudas actuales, sino también las necesidades de financiación futuras.
  • Refinanciación de deudas: en algunos casos, puede ser conveniente renegociar las condiciones de los préstamos para obtener tasas de interés más bajas o plazos de pago más cómodos.
  • Diversificación de fuentes de financiación: no depender exclusivamente de un banco o de una fuente de financiación reduce riesgos y otorga mayor flexibilidad.
  • Monitoreo constante: revisar periódicamente la estructura del pasivo permite detectar a tiempo cualquier posible problema y tomar decisiones informadas.

El pasivo no corriente es una parte esencial de la contabilidad empresarial y de la planificación financiera. Comprender qué es, cómo funciona y cómo se gestiona es clave para cualquier empresa que quiera asegurar su estabilidad a largo plazo.

Si bien la deuda a largo plazo puede generar incertidumbre, gestionarla correctamente permite a las empresas crecer sin comprometer su liquidez inmediata.

Como siempre, el equilibrio es la clave: demasiada deuda puede poner en riesgo la viabilidad de un negocio, mientras que una falta de financiación puede limitar su desarrollo.

Datos y estadísticas de interés

Reducción de la deuda en relación al PIB

En el segundo trimestre de 2024, la deuda combinada de empresas y hogares en España se redujo al 110,4% del Producto Interior Bruto (PIB), marcando el nivel más bajo desde 2001. Aunque en términos absolutos la deuda alcanzó los 1,7 billones de euros, el crecimiento económico permitió disminuir la proporción de deuda respecto a la riqueza nacional.

Incremento de la carga financiera en empresas del IBEX 35

Desde el fin de los tipos de interés cero en Europa, las empresas que conforman el IBEX 35 experimentaron un incremento del 10,4% en su carga financiera, alcanzando los 5.299,9 millones de euros al cierre del primer semestre de 2024. Empresas como Indra y Acciona fueron las más afectadas por este aumento en los costes de financiación.

Vencimientos de deuda próximos

Las empresas del IBEX 35 enfrentan vencimientos de deuda por casi 60.000 millones de euros entre los años 2025 y 2026. Durante la época de tipos de interés bajos, muchas compañías acumularon liquidez significativa, pero con el aumento actual de las tasas, deben decidir entre amortizar la deuda con fondos propios o buscar refinanciación.

Participación de fondos de deuda en financiación empresarial

En España, los fondos de deuda han incrementado su participación en el mercado de financiaciones a fondos de capital riesgo, alcanzando el 19% de los préstamos en la primera mitad de 2024. Esto incluye préstamos para adquisiciones de empresas, refinanciaciones y crecimiento inorgánico de firmas de private equity. 

Preguntas frecuentes sobre el pasivo no corriente

¿Qué son los pasivos no corrientes?

Los pasivos no corrientes son las deudas y obligaciones financieras de una empresa cuyo vencimiento es superior a un año. Se consideran de largo plazo y permiten a las empresas financiar inversiones sin comprometer su liquidez inmediata.

¿Qué se consideran pasivos no corrientes?

Dentro del pasivo no corriente se incluyen elementos como los préstamos bancarios a largo plazo, la emisión de bonos, los arrendamientos financieros, las obligaciones fiscales diferidas y las provisiones para pagos futuros. Estos compromisos no requieren ser liquidados en el corto plazo, lo que les permite a las empresas estructurar mejor sus finanzas.

¿Qué es un pasivo corriente y ejemplos?

El pasivo corriente está compuesto por aquellas deudas y obligaciones que deben ser pagadas en un plazo inferior a 12 meses. Ejemplos de pasivo corriente incluyen:

  • Facturas pendientes de pago a proveedores.
  • Préstamos bancarios con vencimiento dentro del año.
  • Salarios e impuestos a pagar en el corto plazo.
  • Deudas con acreedores a corto plazo.

¿Cuáles son las cuentas corrientes y no corrientes?

Las cuentas corrientes corresponden a aquellas relacionadas con activos y pasivos de corto plazo, es decir, que se liquidan en menos de un año. Ejemplos incluyen efectivo en caja, cuentas por cobrar y deudas a corto plazo.

Las cuentas no corrientes incluyen activos y pasivos que tienen un horizonte temporal superior a un año, como bienes inmuebles, maquinaria, préstamos bancarios de largo plazo y emisión de bonos.

¿Cómo se calcula el pasivo no corriente de una empresa?

El pasivo no corriente se obtiene sumando todas las deudas y obligaciones de la empresa cuyo vencimiento es superior a un año. Para identificarlo en el balance de situación, basta con revisar la sección de pasivo del estado financiero y distinguir las cuentas que tengan un horizonte de pago mayor a 12 meses.

¿Por qué es importante el pasivo no corriente en una empresa?

El pasivo no corriente es clave para la estrategia financiera de una empresa, ya que permite financiar inversiones a largo plazo sin afectar su liquidez. Sin embargo, un exceso de deuda a largo plazo puede ser peligroso si la empresa no genera ingresos suficientes para hacer frente a sus compromisos.

¿Cuál es la diferencia entre pasivo no corriente y patrimonio neto?

El pasivo no corriente representa deudas y obligaciones a largo plazo que deben pagarse en el futuro. En cambio, el patrimonio neto corresponde a los recursos propios de la empresa, incluyendo el capital aportado por los socios y los beneficios acumulados. Mientras que el pasivo no corriente implica una deuda, el patrimonio neto refleja la riqueza de la empresa.

¿Cómo afecta el pasivo no corriente a la rentabilidad de una empresa?

El pasivo no corriente puede tener un impacto positivo o negativo en la rentabilidad de una empresa, dependiendo de su nivel y gestión. Si se usa para financiar proyectos rentables, puede generar crecimiento y beneficios. No obstante, si el endeudamiento es excesivo o las condiciones financieras son desfavorables, puede afectar la estabilidad económica y reducir la rentabilidad.

¿Cuál es un buen ratio de endeudamiento para una empresa?

No existe un valor único ideal, pero generalmente se considera saludable que el ratio de endeudamiento (pasivo total / patrimonio neto) esté entre 0,5 y 1,5. Esto significa que por cada euro de recursos propios, la empresa tiene entre 0,5 y 1,5 euros de deuda. Si el ratio es demasiado alto, indica que la empresa depende excesivamente de la financiación externa.

¿Qué estrategias pueden ayudar a reducir el pasivo no corriente?

Para reducir el pasivo no corriente, las empresas pueden:

  • Refinanciar deudas para obtener mejores condiciones de pago.
  • Generar mayores ingresos para amortizar préstamos antes de su vencimiento.
  • Evitar sobreendeudarse y optimizar la estructura de financiación.
  • Diversificar fuentes de ingresos para no depender únicamente del crédito bancario.