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Pasivo corriente: claves para entenderlo a fondo

Este concepto puede generar ciertas dudas, sobre todo si no estás familiarizado con el lenguaje contable o financiero.

Pasivo corriente: claves para entenderlo a fondo
Pablo Piñeiro

En este articulo verás:

Cuando se habla de pasivo corriente, se hace referencia a una parte fundamental de la contabilidad de cualquier empresa. Comprender qué es, cómo se clasifica y de qué manera puede afectar a las finanzas de un negocio es clave para una correcta gestión económica.

Sin embargo, este concepto puede generar ciertas dudas, sobre todo si no estás familiarizado con el lenguaje contable o financiero.

En este artículo, voy a explicarte con detalle qué es el pasivo corriente, cuáles son sus características, cómo se diferencia del pasivo no corriente y qué impacto tiene en la estabilidad financiera de una empresa. Además, te daré ejemplos prácticos y te explicaré cómo se gestiona de manera eficiente para evitar problemas económicos.

Si alguna vez te has preguntado cómo las empresas manejan sus deudas a corto plazo, cómo pueden prever problemas de liquidez o qué indicadores financieros debes analizar, aquí encontrarás todas las respuestas.

¿Qué es el pasivo corriente?

El pasivo corriente está formado por todas aquellas deudas y obligaciones que una empresa tiene y que deben ser pagadas en un plazo máximo de un año.

Se trata de compromisos financieros que afectan directamente a la liquidez de una compañía, ya que requieren una salida de dinero en un periodo relativamente corto.

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Imagina que una empresa tiene que pagar a sus proveedores en un plazo de 60 días o que tiene préstamos bancarios con vencimientos mensuales. Todo esto forma parte del pasivo corriente. Se distingue del pasivo no corriente, que está compuesto por deudas y obligaciones a largo plazo, es decir, aquellas cuyo vencimiento supera el año.

Es importante entender que el pasivo corriente no es algo negativo en sí mismo. De hecho, es completamente normal que las empresas tengan obligaciones financieras a corto plazo. El problema surge cuando estas deudas superan la capacidad de pago de la empresa, lo que puede generar un desequilibrio financiero.

Características del pasivo corriente

Para comprender mejor este concepto, es fundamental conocer sus principales características:

  • Plazo de vencimiento inferior a un año: Todas las obligaciones que se deben liquidar dentro de este periodo se consideran pasivo corriente.
  • Incluye deudas con proveedores y acreedores: Empresas que suministran bienes y servicios a crédito forman parte de este grupo.
  • Afecta a la liquidez empresarial: Dado que su pago es inminente, es clave para el flujo de caja de la empresa.
  • Se registra en el balance de situación: El pasivo corriente aparece reflejado en los estados financieros de la empresa y es un indicador importante de su estabilidad.

Diferencia entre pasivo corriente y pasivo no corriente

El pasivo no corriente, también conocido como pasivo a largo plazo, es aquel que está compuesto por deudas cuyo vencimiento supera el año. Algunos ejemplos comunes son los préstamos hipotecarios, emisiones de bonos o cualquier financiamiento a largo plazo que no requiera un pago inmediato.

pasivo corriente vs pasivo no corriente

La principal diferencia radica en la urgencia con la que la empresa debe liquidar la deuda. Mientras que el pasivo corriente requiere una estrategia de pago a corto plazo, el pasivo no corriente permite una planificación financiera más amplia.

Ejemplos de pasivo corriente

Para que el concepto quede aún más claro, veamos algunos ejemplos concretos de pasivo corriente que suelen encontrarse en la contabilidad de una empresa:

  • Proveedores y acreedores: Son las facturas pendientes de pago a empresas que han suministrado productos o servicios.
  • Préstamos bancarios a corto plazo: Financiaciones obtenidas con vencimientos en menos de un año.
  • Nóminas y seguridad social: Obligaciones salariales y cotizaciones que la empresa debe liquidar mensualmente.
  • Impuestos pendientes de pago: IVA, impuesto de sociedades o cualquier otro tributo a pagar en el ejercicio fiscal en curso.
  • Dividendos a pagar: En caso de que la empresa reparta beneficios entre sus accionistas, esto se contabiliza como un pasivo corriente.

Estos ejemplos reflejan que no todas las deudas son iguales ni afectan de la misma manera a la empresa. Algunas, como los impuestos o las nóminas, son compromisos ineludibles, mientras que otras, como los préstamos, pueden negociarse o refinanciarse en ciertos casos.

Cómo calcular el pasivo corriente

El pasivo corriente se refleja en el balance de situación de la empresa y se calcula sumando todas las obligaciones a corto plazo. Para hacerlo, basta con agrupar las deudas según su naturaleza y sumar sus importes.

La fórmula básica sería:

pasivo corriente

En la práctica, este cálculo es clave para conocer la solvencia y liquidez de una empresa, ya que permite evaluar si puede hacer frente a sus obligaciones con los recursos disponibles.

Relación entre el pasivo corriente y la liquidez

Uno de los indicadores más importantes para analizar la salud financiera de una empresa es el ratio de liquidez, que mide la capacidad de una compañía para afrontar sus deudas a corto plazo con los activos disponibles.

La fórmula del ratio de liquidez es:

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Si el resultado es superior a 1, significa que la empresa tiene suficientes recursos para cubrir sus deudas. Si es inferior a 1, indica un posible problema de liquidez y riesgo de insolvencia.

Este ratio es especialmente útil para inversionistas, bancos y gestores financieros, ya que les permite evaluar la capacidad de pago de una empresa y su nivel de riesgo.

Estrategias para gestionar el pasivo corriente de forma eficiente

Tener un pasivo corriente alto no siempre es negativo, pero sí es fundamental saber gestionarlo para evitar problemas de liquidez. Algunas estrategias recomendadas son:

  • Controlar los plazos de pago: Negociar con proveedores y acreedores para extender los vencimientos puede dar mayor flexibilidad financiera.
  • Optimizar el flujo de caja: Planificar los ingresos y gastos ayuda a evitar tensiones en la tesorería.
  • Reducir deudas innecesarias: Evitar préstamos o compromisos que no aporten valor a la empresa.
  • Buscar alternativas de financiación: En caso de problemas de liquidez, es recomendable explorar opciones como líneas de crédito o factoring.

La clave está en equilibrar ingresos y pagos de manera que la empresa no se vea en aprietos financieros de manera recurrente.

El pasivo corriente es un concepto clave en la contabilidad empresarial, ya que representa todas las deudas y obligaciones a corto plazo que una empresa debe asumir. Comprender su impacto en la liquidez y saber gestionarlo correctamente puede marcar la diferencia entre una empresa estable y una en riesgo financiero.

Como has visto, no se trata solo de conocer qué es el pasivo corriente, sino de entender cómo se calcula, qué relación tiene con la liquidez y qué estrategias se pueden aplicar para mantenerlo bajo control.

Preguntas frecuentes sobre el pasivo corriente

¿Qué es un pasivo corriente y ejemplos?

El pasivo corriente es el conjunto de deudas y obligaciones que una empresa debe pagar en un plazo inferior a un año. Algunos ejemplos incluyen:

  • Facturas pendientes de proveedores.
  • Préstamos bancarios con vencimiento en menos de 12 meses.
  • Nóminas y seguridad social de los empleados.
  • Impuestos y tributos a pagar.
  • Dividendos pendientes de distribución.

¿Qué es el pasivo corriente y no corriente?

El pasivo corriente son todas las deudas y compromisos financieros con vencimiento en menos de un año, mientras que el pasivo no corriente está compuesto por obligaciones a largo plazo, es decir, aquellas cuyo vencimiento supera los 12 meses.

  • Ejemplo de pasivo corriente: facturas de proveedores con vencimiento a 30 días.
  • Ejemplo de pasivo no corriente: un préstamo hipotecario a pagar en 10 años.

¿Cómo se calcula el pasivo corriente?

Para calcular el pasivo corriente, se deben sumar todas las obligaciones financieras a corto plazo. La fórmula básica es:

Pasivo Corriente = Deudas a corto plazo + Obligaciones fiscales + Nóminas y seguridad social + Proveedores y acreedores

Este cálculo permite conocer el total de compromisos que la empresa debe liquidar en menos de un año.

¿Qué pasa cuando el pasivo corriente es mayor que el activo corriente?

Si el pasivo corriente es mayor que el activo corriente, significa que la empresa tiene más deudas a corto plazo de las que puede pagar con sus recursos inmediatos. Esto puede derivar en problemas de liquidez, retrasos en los pagos e incluso en la necesidad de buscar financiación externa para cubrir los compromisos.

Si esta situación persiste en el tiempo, la empresa podría encontrarse en riesgo de insolvencia.

¿Es malo tener más pasivos corrientes que activos corrientes?

No siempre es negativo, pero puede ser una señal de alerta. Si una empresa tiene un ratio de liquidez menor a 1 (es decir, que el pasivo corriente supera al activo corriente), significa que podría enfrentar dificultades para pagar sus deudas a corto plazo.

Sin embargo, en algunos modelos de negocio con flujo de caja constante, como supermercados o empresas con cobros inmediatos, puede ser manejable. En otros casos, es recomendable tomar medidas para mejorar la liquidez.

¿Qué porcentaje de liquidez es bueno?

El ratio de liquidez ideal depende del sector, pero en general, un valor entre 1,5 y 2 es considerado saludable. Esto significa que la empresa tiene entre 1,5 y 2 veces más activos corrientes que pasivos corrientes, lo que le permite afrontar sus deudas sin problemas.

Si el ratio es inferior a 1, indica riesgo de iliquidez. Si es demasiado alto (mayor a 2,5 o 3), podría significar que la empresa no está invirtiendo eficientemente su dinero.

¿Cómo se puede reducir el pasivo corriente?

Para reducir el pasivo corriente, se pueden aplicar estrategias como:

  • Negociar mejores plazos de pago con proveedores.
  • Refinanciar deudas a corto plazo convirtiéndolas en deudas a largo plazo.
  • Optimizar la gestión del flujo de caja para evitar la acumulación de obligaciones impagadas.
  • Aumentar el activo corriente mediante la generación de más ingresos o la reducción de costes innecesarios.

¿Dónde se refleja el pasivo corriente en los estados financieros?

El pasivo corriente se encuentra en el balance de situación, dentro de la sección de pasivos. Se ubica junto al pasivo no corriente, pero separado de este para diferenciar las obligaciones a corto y largo plazo.

¿Cuál es la diferencia entre pasivo corriente y activo corriente?

El activo corriente representa los bienes y derechos que una empresa puede convertir en dinero en menos de un año, como el efectivo, las cuentas por cobrar y los inventarios.

El pasivo corriente, en cambio, es el conjunto de deudas y obligaciones que deben pagarse en el mismo periodo.

Un equilibrio entre ambos es esencial para la salud financiera de la empresa.

¿Qué ocurre si una empresa no puede pagar su pasivo corriente?

Si una empresa no puede pagar su pasivo corriente, se enfrenta a problemas de liquidez que pueden derivar en:

  • Retrasos en los pagos a proveedores, lo que podría afectar el suministro de bienes y servicios.
  • Incumplimiento de pagos a empleados y entidades fiscales.
  • Necesidad de recurrir a financiación externa con intereses elevados.
  • Riesgo de quiebra si la situación se agrava y no se encuentra una solución.

Para evitarlo, es clave una buena gestión financiera y una planificación adecuada del flujo de caja.

Estadísticas relevantes 

Proporción de empresas con liquidez insuficiente 

Según un análisis de Iberinform, el 24% de las empresas españolas presentan un ratio de liquidez inferior a 1, lo que indica que sus deudas a corto plazo superan sus activos corrientes, situándolas en una posición financiera vulnerable.

Reducción de la deuda en relación con beneficios 

En 2021, el nivel de deuda de las empresas españolas en relación con sus beneficios ordinarios descendió casi 30 puntos porcentuales, situándose en un 626%, gracias a la recuperación de los beneficios empresariales.

Variación en los ratios de liquidez por sectores 

El análisis de Iberinform también revela diferencias significativas en los ratios de liquidez según el sector. Por ejemplo, las empresas de comunicaciones y la industria manufacturera presentan un ratio de 1,82, mientras que sectores como la educación y la hostelería tienen ratios más bajos, de 1,46 y 1,28 respectivamente.

Distribución de la liquidez por tamaño de empresa 

Las pequeñas empresas en España muestran un ratio medio de liquidez de 1,75, seguido de las microempresas con 1,69. Por otro lado, las grandes empresas presentan un ratio de liquidez menor, situándose en 1,75.