En este articulo verás:
Tomar la decisión de trabajar por cuenta propia es un paso importante. Ya sea porque te has cansado del trabajo por cuenta ajena, porque tienes una idea que quieres poner en marcha o simplemente porque quieres más libertad profesional, lo cierto es que convertirte en autónomo implica entender bien en qué consiste esta figura. Y uno de los primeros puntos que hay que tener claro es que no todos los autónomos son iguales. Existen diferentes tipos, y cada uno de ellos tiene implicaciones distintas a nivel fiscal, administrativo y legal.
Así que si estás pensando en dar el salto al mundo autónomo, o simplemente quieres entender mejor las opciones disponibles, sigue leyendo. Te voy a explicar todos los tipos de autónomos que existen, las características de cada uno y en qué situaciones se suelen utilizar.
¿Qué significa realmente ser autónomo?
Antes de entrar en los distintos tipos, es fundamental que entiendas qué implica ser autónomo. Se trata de una persona física que realiza una actividad económica a título lucrativo de forma habitual, personal y directa, sin estar sujeto a un contrato de trabajo. En otras palabras, tú te encargas de generar tus ingresos, gestionar tus gastos y cumplir con tus obligaciones fiscales y con la Seguridad Social.
A diferencia de una empresa o sociedad, el autónomo no tiene personalidad jurídica propia. Eso significa que responde con su patrimonio personal ante cualquier deuda o responsabilidad que se derive de su actividad. Por eso, entender bien en qué categoría encajas es clave para evitar sorpresas desagradables en el futuro.
Principales tipos de autónomos
Autónomo persona física o autónomo clásico
Este es, sin duda, el más común. Cuando alguien habla de "ser autónomo", normalmente se refiere a esta figura. Es la opción habitual de quienes ofrecen sus servicios de forma independiente: diseñadores, fontaneros, fotógrafos, consultores, terapeutas, profesores particulares...
¿Qué lo caracteriza?
- Es una persona física que actúa por su cuenta.
- No hay separación entre su patrimonio personal y el profesional.
- Puede contratar a otros trabajadores si lo necesita.
- Debe estar dado de alta en el régimen especial de trabajadores autónomos (RETA) y en Hacienda mediante el modelo 036 o 037.
- Su fiscalidad se gestiona a través del IRPF, IVA y retenciones correspondientes.
¿Cuándo es la opción adecuada? Cuando vas a trabajar solo (al menos de inicio), y no necesitas montar una estructura empresarial compleja.
Autónomo societario
Aquí entramos en una figura un poco más avanzada. El autónomo societario es aquel que crea una sociedad mercantil (normalmente una SL) y figura como administrador o socio con control efectivo.
¿Qué lo distingue?
- Tiene participación significativa (al menos el 25%) en una sociedad.
- Debe darse de alta en el RETA como autónomo societario.
- La sociedad tributa por Impuesto de Sociedades, no por IRPF.
- La base mínima de cotización suele ser más alta que la del autónomo persona física.
- Tiene mayor capacidad para proteger su patrimonio personal si lo estructura correctamente.
¿En qué casos tiene sentido? Cuando quieres montar una empresa con más empleados, separar tus finanzas personales de las del negocio, o aprovechar ciertas ventajas fiscales a través de una sociedad.
Autónomo colaborador
Esta figura suele pasar desapercibida, pero es muy útil para negocios familiares. El autónomo colaborador es un familiar directo del autónomo titular (pareja, hijos, padres...) que trabaja de forma habitual en el negocio.
Aspectos clave:
- Debe convivir con el autónomo titular o estar a su cargo.
- No necesita hacer declaraciones trimestrales ni llevar libros contables.
- Cotiza en el RETA, pero con una bonificación del 50% durante los primeros 18 meses.
- Es obligatorio si el familiar trabaja de forma habitual.
¿Cuándo aplicarlo? Si tienes una pequeña tienda o empresa y tu pareja o hijos te ayudan en el día a día, esta es la forma correcta de regularizar su situación.
Autónomo económicamente dependiente (TRADE)
Uno de los grandes olvidados, pero cada vez más frecuente, sobre todo en sectores como la programación, la logística o los contenidos digitales. El TRADE es un autónomo que obtiene al menos el 75% de sus ingresos de un solo cliente.
¿Qué debes saber de esta figura?
- Tiene derecho a firmar un contrato específico con ese cliente principal.
- Puede acceder a ciertos derechos laborales, como vacaciones o indemnización por rescisión injustificada.
- Debe declarar su condición de TRADE ante el SEPE.
- Aunque sigue siendo autónomo, su situación se aproxima a la de un trabajador por cuenta ajena.
Ideal para ti si... Trabajas como freelance pero tienes un cliente que te da casi todo tu volumen de negocio. Esta figura te protege un poco más ante posibles abusos.
Profesionales autónomos o autónomos colegiados
Algunos profesionales (como abogados, médicos, arquitectos, psicólogos...) están obligados a colegiarse en su respectivo colegio profesional. Aunque desde el punto de vista fiscal son similares al autónomo clásico, su alta en el RETA puede variar en función de su colegio y mutua profesional.
Características comunes:
- Pueden estar exentos de cotizar en el RETA si lo hacen en una mutualidad alternativa.
- Tienen normativas específicas dentro de su profesión.
- Suelen trabajar en despachos o consultas propias.
Importante: Si perteneces a uno de estos gremios, asegúrate de revisar los requisitos del colegio profesional correspondiente. Algunos son bastante estrictos.
¿Cuál es el tipo de autónomo más adecuado para ti?
No hay una única respuesta. La elección depende de tu situación personal y profesional, de tus objetivos y de cómo quieras estructurar tu actividad.
Lo que sí te recomiendo es que antes de darte de alta, te asesores bien (puede ser con un gestor o evaluando el trabajo de un asesor) para que elijas la figura que más te convenga desde el principio. Cambiar más adelante puede ser más engorroso de lo que parece.
Para ponerte un ejemplo práctico: imagina que eres fotógrafo freelance. Si trabajas para muchos clientes diferentes, seguramente seas un autónomo persona física. Pero si montas un estudio con tu pareja y ella te ayuda en la gestión, puede ser interesante que uno de los dos se dé de alta como autónomo colaborador. Y si el negocio crece, quizás te interese montar una SL y convertirte en autónomo societario.
¿Y si quieres pasar de un tipo de autónomo a otro?
Es posible, sí. Pero no siempre es automático. En muchos casos implica modificaciones en Hacienda, en la Seguridad Social y hasta en tu contabilidad. Por ejemplo, si pasas de ser autónomo persona física a societario, tendrás que darte de baja como autónomo "normal", constituir la sociedad, darte de alta de nuevo con los datos de la empresa y hacer ajustes fiscales y contables. Por eso conviene planificarlo bien.
¿Cuáles son las obligaciones comunes de todos los autónomos?
Aunque cada tipo tiene sus particularidades, todos los autónomos comparten una serie de obligaciones básicas que no puedes pasar por alto:
- Darse de alta en Hacienda y la Seguridad Social.
- Emitir facturas con todos los datos requeridos.
- Presentar declaraciones trimestrales de IVA (modelo 303) e IRPF (modelo 130) o 131, según el caso.
- Presentar el resumen anual (modelo 390, 190, 347...).
- Llevar un control riguroso de los ingresos y gastos.
- Estar al día con tus pagos a la Seguridad Social (la famosa cuota de autónomos).
No cumplir con estas obligaciones puede traer sanciones, recargos y muchos quebraderos de cabeza. Créeme, lo he visto muchas veces en consulta con clientes que pensaban que no pasaba nada por dejar pasar un trimestre sin declarar. Luego vienen las multas... y el disgusto.
Datos interesantes sobre los autónomos que quizá no conocías
- Más de 3,3 millones de personas son autónomas en España. Según datos recientes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, los trabajadores por cuenta propia representan más del 16% del total de afiliados a la Seguridad Social.
- El 55% de los autónomos no tiene empleados a su cargo. Lo que refleja la fuerte presencia del autoempleo y de negocios unipersonales en el tejido económico actual.
- Solo el 8% de los autónomos está acogido al sistema de cotización por módulos. Cada vez más restringido a sectores muy concretos.
- Más del 70% de los nuevos autónomos eligen la tarifa plana. Bonificación para pagar una cuota reducida los primeros 12 meses.
- Las mujeres representan el 36% del total de trabajadores autónomos. Su número ha crecido de forma constante en la última década.
Preguntas frecuentes
- ¿Qué tipos de autónomos hay?
- Autónomo persona física, societario, colaborador, TRADE y colegiados.
- ¿Cuántas categorías de autónomos hay?
- Podríamos hablar de cinco categorías principales.
- ¿Qué pasa si soy autónomo y no facturo nada?
- Debes seguir pagando cuota y presentando declaraciones.
- ¿Dónde puedo ver qué tipo de autónomo soy?
- En la Sede Electrónica de la Seguridad Social o en Hacienda.
- ¿Cuánto paga un autónomo al mes?
- Desde unos 230 euros, dependiendo del tramo de ingresos.
- ¿Qué son los grupos autónomos?
- Clasificaciones internas, no un tipo oficial de autónomo.
- ¿Un autónomo puede tener empleados a su cargo?
- Sí, debe darse de alta como empresario también.
- ¿Puedo ser autónomo y trabajar por cuenta ajena?
- Sí, es posible. Consulta más sobre la pluriactividad de autónomos.

Pablo Piñeiro
Pablo es un líder en el ámbito de la formación corporativa, el desarrollo de talento y la gestión estratégica de clientes, con una amplia experiencia in... Ver más
Anfix traduce lo complejo y lo hace fácil e intuitivo. Utiliza nuestro programa junto con tu asesoría y comprende mejor el estado de tu negocio.
