En este articulo verás:
Para ser un buen asesor fiscal o financiero no basta con manejarse bien entre números y balances; para tener éxito en tu negocio deberás contar con una serie de habilidades que son tanto innatas como adquiridas.
Hacemos un análisis de las más importantes.
Habilidades innatas
1. Organización
Un asesor tiene una gran responsabilidad entre sus manos. Esto supone, normalmente, ser una persona ocupada y con muchos asuntos a los que atender. Para hacer bien tu trabajo necesitas un sistema para organizar tu día a día y estar seguro de que has hecho todos tus deberes.
Puedes utilizar calendarios, planificadores semanales, listas de tareas o aplicaciones y programas diseñados para organizar tu agenda tanto a corto como a largo plazo. Serán tu mejor aliado para deshacerte del caos.
Ser una persona organizada suele ser algo innato; aunque puedes mejorar, practicar y hacerte con herramientas para ello. Este modo de trabajo demostrará a tus compañeros que eres una persona de confianza y competente.
2. Atención a los detalles
Si trabajas rápido, tienes que ser también muy preciso.
Si te gusta revisar lo que haces y comprobar una y otra vez que se no te ha escapado ningún detalle y no hay errores, esto será de gran ayuda en tu papel como asesor.
Prestar atención a los detalles no sólo es bueno cuando se trabaja con números, también evita problemas y molestias en el futuro. Un pequeño error en un área de la empresa puede tener un gran impacto en el funcionamiento general del negocio.
3. Disciplina
Es muy sencillo decir que aceptas un proyecto, pero hacer el debido seguimiento del mismo a veces no lo es tanto. En este sentido, la disciplina y el método son fundamentales para hacer tu trabajo tan bien como se espera de ti.
Cuando te embarcas en un nuevo proyecto, asegúrate de llegar hasta el final y en los plazos establecidos. Demostrarás ser un buen profesional y de confianza.
4. Compromiso
No sólo con tu empresa, sino también con cada uno de tus clientes. Deberás mostrar que pones todo de tu parte para que tus clientes consigan sus objetivos y, por tanto, también tu propia empresa.
Sentir este tipo de fidelidad hacia el trabajo requiere, también, de mucha de vocación. Esto potenciará notablemente tu buena relación con superiores y compañeros.
5. Interés por seguir aprendiendo
Una vez que ya tienes las habilidades y el conocimientos necesarios para ser un buen asesor, no puedes conformarte con quedarte ahí. Para estar al día de las novedades y cambios que afectan a tu sector, deberás tener cierto interés en seguir aprendiendo y mejorando.
Cursos, un máster o un mentor pueden servirte para seguir creciendo dentro de tu campo. Querer abarcar más conocimientos y aplicarlos a tu día a día es, sin duda, una carrera de fondo pero muy gratificante y útil.
6. Tolerancia al estrés
Sí, también te hará falta y no todo el mundo cuenta con grandes dosis de ello. Tratar con datos confidenciales y que tienen tanto impacto para un negocio, puede ser muy estresante dado el nivel de responsabilidad.
Si te cuesta trabajar bajo presión, busca las técnicas necesarias para controlar el estrés y pide consejo a tus compañeros más experimentados.
Competencias adquiridas
7. Conocimientos del sector
Aprenderás todo lo necesario de tu labor y el negocio, sobre todo, a través de la experiencia. Deberás desarrollar, a la par, tus habilidades estratégicas, negociadoras y de liderazgo.
8. Manejo de las tecnologías
Asesoría y tecnología van de la mano. El uso de programas y herramientas de contabilidad son necesarios para poder desempeñar muchas de tus tareas diarias. Es importante que te manejes bien con ellas y que estés al día de las últimas novedades. Estas, además, harán mucho más sencillo tu trabajo y ahorrarás tiempo.
Hoy en día, por ejemplo, has de tener en cuenta la importancia de contar con soluciones tecnológicas como Anfix que te permitan tener tus datos en la nube. Los documentos estarán a salvo, con la ventaja de que podrás acceder a ellos desde cualquier sitio y compartirlos fácilmente con tus clientes.
9. Habilidades comunicativas
En tu día a día tendrás que hablar y mantener reuniones con jefes, compañeros y clientes. Y no todo el mundo será un hacha de los números como tú, por lo que es importante que sepas transmitir la información de una forma sencilla y digerible para cualquiera.
También harás uso de otros canales de comunicación como el email, el teléfono… A través de estas vías has de ser capaz de ofrecer mensajes claros y concisos.
Si te sientes incómodo en este campo, siempre podrás recurrir a cursos para hablar en público o sobre comunicación afectiva.
10. Orientación de servicio al cliente
En tu trabajo tendrás que tratar con clientes y captar otros nuevos. Tener cierto sentido y vocación por el trato con otras personas, siempre será de utilidad en la labor de un asesor.
Saber escuchar y entender las necesidades de un cliente requiere, sobre todo, de práctica y experiencia. También ayuda contar con una actitud positiva, especialmente en los momentos de estrés y presión. Y, lo más importante, ten cuidado de no ser demasiado optimista con los tiempos que das y luego no poder cumplir con tu cliente.
¿Qué nuevas habilidades necesitará el contable del futuro?
El asesor del futuro no será como el asesor de hoy en día. Éste tendrá que adaptarse al nuevo contexto y a las exigencias de un mercado que está viviendo uno de los cambios más profundos de su historia.
Hace 40 años, con la llegada del ordenador personal, los profesionales del sector tuvieron que aprender a manejarlo y adaptar muchos de sus procesos diarios. Ahora toca afrontar otro gran cambio impulsado, en gran parte, por las nuevas tecnologías.
Los profesionales, desde ahora y durante los próximos diez años, no solo dispondrán de nuevas herramientas que les permitirán simplificar su día a día; sino que, además, los clientes y la Administración impondrán sus propias reglas.
El asesor tendrá que adaptarse y evolucionar su papel de gestor al de asesor o consultor de negocio para aportarle verdadero valor a sus clientes.
Es lógico pensar que si cambia el entorno, también tendrán que hacerlo los profesionales.
Capacidad analítica para conocer mejor al cliente
La simple observación es, en muchas ocasiones, la mejor fuente de información.
El asesor del futuro deberá ser capaz de analizar su entorno con ojo crítico para detectar cambios y nuevas oportunidades en el mercado y, especialmente, en los clientes.
Por ejemplo: uno de los servicios más demandados en las asesorías es la gestión y presentación de impuestos. Sin embargo, los clientes consultan a los gestores, constantemente, cómo ahorrarse unos euros en cada ejercicio. Es decir, detrás de esto hay un interés por los servicios de consultoría y asesoría.
Adaptación a los cambios del mercado
El mundo cambia a un ritmo vertiginoso (cada vez más), por lo que todo apunta tendremos que vivir en un estado de adaptación constante al mercado.
Para mantener el pulso, de nuevo, la observación nos permitirá entender en qué punto se encuentra nuestro despacho; sobre todo, analizando lo que están haciendo lo demás.
Quizás sea la hora de instaurar el teletrabajo de manera permanente y prescindir de las oficinas o de apostar, por ejemplo, por un modelo de trabajo con clientes 100% digital en el que no exista el papel.
Todo esto te lo dirá el mercado y los clientes.
Adaptación a las exigencias de las administraciones
La Administración también está viviendo su propio proceso de transformación digital que impacta directamente sobre las empresas y los asesores.
El aumento o la modificación de las normativas es un factor básico, y beneficioso, para los profesionales del sector. Impulsan la innovación y atraen a nuevos clientes.
Para mantener el pulso es importante estar al día y ver los cambios normativos como una oportunidad y no un obstáculo en el camino.
Perfil tecnológico
La tecnología y la contabilidad caminan de la mano desde hace tiempo y esto no hará más que reforzarse en los próximos años.
A día de hoy la adopción tecnológica en los despachos profesionales está por debajo de lo deseado. Sin embargo, en el futuro, formará parte del día a día de los asesores.
La digitalización debe ser una prioridad para los profesionales. El asesor del futuro estará informado de las nuevas tecnologías que existen en el mercado y deberá buscar la forma de introducirlas en su día a día.
Todas estas capacidades, y algunas más, te aseguran clientes contentos y jefes satisfechos.
En un sector cambiante, es importante que sepas adaptarte y que siempre estés dispuesto a mejorar y ofrecer a tus clientes un servicio excepcional. Es una carrera de fondo, pero estos son los primeros pasos para conseguirlo.
Eva Fernández
Periodista con más de 10 años de experiencia en marketing digital y, en especial, en la generación de contenidos para marcas de diferentes sectores. De la mano de Anfix y con mi propia experiencia emprendiendo como freelance, he aprendido mucho en los últimos años sobre gestión del negocio, finanzas y productividad.
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