En este articulo verás:
Hay dos factores que determinan el régimen en el que va a estar el familiar contratado: el grado de consanguinidad y la convivencia. Así, los familiares hasta segundo grado que convivan con el empresario deberán darse de alta como autónomos colaboradores. Esto con la excepción de los hijos menores de 30 años.
Pero, ¿qué pasaría si el que contrata es una sociedad, una S.L, por ejemplo? Pues vamos a verlo.
La contratación de familiares por parte de una sociedad mercantil tiene unas condiciones parecidas a la efectuada por un autónomo. Si el trabajador contratado es familiar hasta segundo grado de un socio que tenga control efectivo de la sociedad no tendrá derecho a paro, siempre y cuando conviva con ese familiar que tiene las participaciones.
Se entiende que una persona tiene el control efectivo de la entidad cuando se uno de estos tres supuestos:
1.- Que posea el 33% de participaciones sociales.
2.- Que el socio, conjuntamente con sus familiares hasta segundo grado de consanguinidad tengan al menos el 50% de las participaciones sociales.
3.- Que tenga el 25% si a su vez ostenta el cargo de administrador.
Sí tendría derecho a percibir la prestación si su participación en el capital social no alcanza estos porcentajes o no convive con el familiar o familiares titulares de dicho porcentaje.
Tanto el Estatuto de los Trabajadores como la Ley General de la Seguridad Social consideran que no son trabajadores por cuenta ajena los familiares que convivan con el empresario y trabajen para él, por lo que quedan excluidos del derecho a la prestación. Se presume que no existe relación laboral entre el empresario y su cónyuge; los hijos, nietos, padres, abuelos y demás parientes hasta segundo grado.
Respecto de la convivencia, la jurisprudencia entiende que es un concepto amplio, no que necesariamente haya que depender económicamente del empresario.
Los socios y administradores de la sociedades podrán contratar a sus hijos en formación, siempre que por motivos de convivencia y número de participaciones sociales en la sociedad, puedan encuadrarlos en el Régimen General de la Seguridad Social.
También podrá ser contratado como trabajador por cuenta ajena, sin cotización a desempleo, el hijo menor de 30 años, aunque conviva con el empresario. Si una vez cumplidos los 30 años continúa trabajando por cuenta ajena, lo que deberá acreditar debidamente, se inicia a partir de entonces la cotización por desempleo. Cuando se extinga la relación laboral, si tendrá derecho a percibir la prestación, siempre y cuando reúna el tiempo mínimo cotizado exigible para ello.
El SEPE puede denegar la prestación por desempleo a un trabajador que sea familiar del empresario (padre, madre, familiar hasta 2º grado de consanguinidad o afinidad) y conviva con él, aunque este trabajador tuviera contrato laboral y haya estado cotizando a la Seguridad Social mientras trabajó para su familiar. Se entendería que ese familiar no debió estar en el régimen general, sino en el de trabajadores autónomos.
Eva Fernández
Periodista con más de 10 años de experiencia en marketing digital y, en especial, en la generación de contenidos para marcas de diferentes sectores. De la mano de Anfix y con mi propia experiencia emprendiendo como freelance, he aprendido mucho en los últimos años sobre gestión del negocio, finanzas y productividad.
Anfix traduce lo complejo y lo hace fácil e intuitivo. Utiliza nuestro programa junto con tu asesoría y comprende mejor el estado de tu negocio.