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El IPSI (Impuesto sobre la Producción, los Servicios y la Importación) es un tributo específico que se aplica en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Su principal objetivo es gravar diversas fases de la actividad económica —incluyendo producción, prestación de servicios e importaciones— dentro de estos territorios.
Aunque guarda ciertas similitudes con otros impuestos indirectos como el IVA, el IPSI se caracteriza por su autonomía y por responder a las particularidades geográficas y sociales de estas zonas.
El diseño de este impuesto busca favorecer la economía local y compensar la lejanía respecto al resto del territorio peninsular, estableciendo reglas concretas que se ajustan a la realidad de estas ciudades.
A lo largo de este artículo, profundizaremos en las bases históricas, el ámbito de aplicación, las exenciones y las operaciones sujetas, así como en los procedimientos administrativos y las críticas y retos que enfrenta en la actualidad.
Contexto histórico y económico
El origen del IPSI se enmarca en un proceso histórico en el cual las ciudades de Ceuta y Melilla han gozado de un régimen fiscal particular, diferente al de la península. Desde mediados del siglo XX, ambas ciudades se han beneficiado de exenciones aduaneras e incentivos fiscales para paliar los costes logísticos que supone su localización geográfica. Esta situación se fue consolidando con el paso de los años, dando pie a la creación de un marco impositivo propio.
Con la entrada en vigor de la normativa europea en materia de impuestos indirectos, surgió la necesidad de armonizar los diferentes regímenes existentes dentro del territorio español, respetando al mismo tiempo las peculiaridades de Ceuta y Melilla. Fue en este contexto cuando se diseñó el IPSI para sustituir diversos impuestos y gravámenes que operaban de forma dispersa, integrándolos en un único marco normativo.
Económicamente, el IPSI ha servido como motor de desarrollo local, ya que un tipo impositivo reducido en determinadas actividades ha estimulado la llegada de inversiones y la creación de empleo.
Sin embargo, también ha generado debates en torno a la sostenibilidad de dichas ventajas y a la competencia con otras áreas del país, especialmente si se considera la diferencia de costes de producción y servicios.
Ámbito de aplicación
El IPSI se aplica exclusivamente en Ceuta y Melilla, abarcando todos los procesos de producción, servicios e importaciones que tengan lugar en estas ciudades. Esto implica que cualquier operación económica dentro de su territorio se ve sujeta a la normativa específica del impuesto.
Sin embargo, la aplicación del IPSI no siempre es homogénea, pues existen tipos impositivos diferenciados según la naturaleza de la actividad o el producto, así como exenciones destinadas a sectores estratégicos.
Por ejemplo, algunos servicios de carácter social o cultural pueden quedar gravados con tipos reducidos o incluso exentos, siempre que se cumplan los requisitos legales establecidos.
Operaciones sujetas al IPSI
Las operaciones sujetas al IPSI abarcan la mayor parte de las transacciones que ocurren en Ceuta y Melilla. Esto incluye la producción de bienes dentro del territorio, la venta de productos terminados, la prestación de servicios y, por supuesto, la importación de mercancías desde el extranjero o desde la península.
En líneas generales, se grava todo aquello que contribuya al ciclo económico local, siendo esta una de las herramientas clave para recaudar fondos que financien las administraciones locales de Ceuta y Melilla.
Es importante señalar que, aunque el impuesto es similar en su concepción al IVA, cuenta con particularidades propias que pueden suponer ventajas o desventajas respecto al tributo peninsular.
Operaciones no sujetas al IPSI
Existen también operaciones no sujetas al IPSI; es decir, actividades que quedan fuera de su ámbito de aplicación. Entre ellas se pueden mencionar los servicios cuya ejecución no tenga lugar en Ceuta o Melilla, así como ciertas transacciones internas que no se consideran operaciones empresariales o profesionales a efectos del impuesto.
Otras excepciones pueden relacionarse con acuerdos internacionales o con convenios especiales que eximan de tributos a ciertos organismos o asociaciones.
Asimismo, las exenciones temporales por motivos de interés social —por ejemplo, en casos de catástrofes naturales o eventos de emergencia— también pueden establecerse bajo el paraguas de la normativa del IPSI.
Relación con el IVA
Uno de los aspectos más relevantes al estudiar el IPSI es su relación con el IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido). Oficialmente, Ceuta y Melilla no forman parte del territorio aduanero de la Unión Europea a efectos de IVA, lo que justifica la existencia de un régimen impositivo propio.
Aunque en la práctica el IPSI actúa de manera muy similar al IVA, se distinguen en varios puntos, como los tipos impositivos aplicables, las exenciones y la forma de liquidación. Además, las empresas que operan simultáneamente en la península y en Ceuta o Melilla deben llevar una contabilidad separada, lo cual genera ciertas complejidades administrativas que requieren un conocimiento específico de la normativa de cada impuesto.
En este sentido, es importante recalcar que no se puede deducir el IVA a través del IPSI ni viceversa, lo que añade un matiz relevante para las compañías que comercian con la península o con otros países de la Unión Europea.
La relación entre ambos tributos es un pilar fundamental para el correcto funcionamiento del sistema fiscal en Ceuta y Melilla, y supone uno de los temas más estudiados por los asesores y profesionales en la materia.
Deducciones y bonificaciones
El IPSI contempla una serie de deducciones y bonificaciones diseñadas para incentivar determinados sectores económicos o actividades estratégicas para el desarrollo local.
Por ejemplo, se pueden otorgar reducciones de tipo impositivo a sectores que promuevan la creación de empleo, a proyectos de innovación tecnológica o a empresas relacionadas con la economía digital.
Además, existen bonificaciones dirigidas a fomentar la inversión extranjera y el establecimiento de negocios que generen valor añadido en la región. Estas bonificaciones pueden llegar a ser muy atractivas para empresarios y emprendedores que deseen aprovechar el potencial de Ceuta y Melilla como plataformas comerciales.
No obstante, no todas las solicitudes de deducción o bonificación son aprobadas automáticamente. En muchos casos, es necesario demostrar que la actividad o la inversión realizada repercute de forma positiva en la economía local y que cumple con los requisitos formales establecidos por la ley.
Procedimientos administrativos
La gestión del IPSI recae en las administraciones locales de Ceuta y Melilla, que cuentan con órganos recaudatorios y de inspección específicos para este impuesto. El contribuyente o su representante legal deben realizar las declaraciones correspondientes, generalmente de forma periódica, detallando las operaciones gravadas durante el periodo impositivo.
Entre los procedimientos administrativos habituales se incluyen la solicitud de exenciones, la presentación de autoliquidaciones y la tramitación de devoluciones en caso de haber ingresado un importe superior al debido.
Dado que existen múltiples tipos impositivos y regímenes especiales, es recomendable contar con el asesoramiento de profesionales especializados en la legislación local para evitar errores y sanciones.
La inspección y el control tributario juegan un papel crucial en garantizar la correcta recaudación del impuesto y evitar el fraude. Por ello, tanto las autoridades locales como las estatales cooperan para vigilar que se cumpla la normativa y que las ventajas fiscales no sean utilizadas de forma abusiva.
Guía paso a paso para trámites
Para llevar a cabo las obligaciones formales derivadas del IPSI, conviene seguir una serie de pasos que facilitan el proceso:
- Registro: En primer lugar, toda persona física o jurídica que desee operar en Ceuta o Melilla debe registrarse en el censo de empresarios y profesionales de la ciudad correspondiente.
- Contabilidad diferenciada: Es esencial mantener registros contables claros y separar las operaciones sujetas al IPSI de aquellas relacionadas con el IVA u otros impuestos.
- Declaración y autoliquidación: De forma periódica, se deben presentar los modelos de autoliquidación establecidos, indicando todas las operaciones sujetas y no sujetas.
- Pago o devolución: Una vez presentada la autoliquidación, se procede a abonar el importe correspondiente o a solicitar la devolución en caso de que se haya ingresado en exceso.
- Revisión e inspección: Finalmente, las autoridades locales pueden realizar comprobaciones para verificar el cumplimiento de la normativa.
Este proceso puede variar ligeramente dependiendo del tipo de actividad o de las particularidades de cada contribuyente, pero mantener una buena organización documental es clave para evitar problemas con la Administración y retrasos en los trámites.
Impacto económico en las regiones
El IPSI tiene un alto impacto en la economía de Ceuta y Melilla, actuando como un instrumento que busca dinamizar la actividad local y atraer inversión. Gracias a los tipos impositivos reducidos en ciertos sectores, las empresas pueden competir más eficazmente frente a otros territorios, lo cual incentiva la creación de empleo y el consumo interno.
A nivel regional, la recaudación derivada del impuesto permite financiar proyectos de infraestructura y servicios públicos de calidad. De esta manera, el IPSI contribuye a la mejora del bienestar de la población y al fortalecimiento del tejido empresarial local, al tiempo que compensa parte de los sobrecostes asociados a la insularidad y la lejanía.
No obstante, algunos analistas señalan que una dependencia excesiva de los incentivos fiscales podría hacer vulnerables a estas ciudades ante cambios normativos o ante la llegada de nuevas modalidades de negocio que no se ajusten al régimen impositivo tradicional.
Impacto del comercio internacional
Las importaciones desempeñan un rol clave en la economía de Ceuta y Melilla, dada su posición geográfica y la dimensión de su mercado interno. Por este motivo, el IPSI influye directamente en los flujos de comercio internacional que transitan por sus puertos y aeropuertos.
En muchos casos, el tributo puede suponer un aliciente para que empresas extranjeras elijan establecerse en las ciudades autónomas, atraídas por un régimen fiscal más favorable que en el resto del territorio español.
Además, la posibilidad de reexportar mercancías a otros mercados, con menores costes impositivos, hace de Ceuta y Melilla un punto de convergencia para el intercambio de bienes y servicios.
Sin embargo, los empresarios deben tener en cuenta los acuerdos comerciales vigentes y la normativa aduanera de la Unión Europea. En ocasiones, la ventaja fiscal del IPSI puede verse contrarrestada por exigencias o aranceles aplicables en las fronteras con el resto del continente.
Beneficios para los contribuyentes
Para muchos profesionales y empresas, las particularidades del IPSI se traducen en beneficios económicos directos. El establecimiento de un negocio en Ceuta o Melilla puede suponer menores costes fiscales en comparación con la península, lo cual, unido a las bonificaciones y deducciones disponibles, potencia la viabilidad de proyectos que en otros lugares resultarían menos competitivos.
Las ventajas del IPSI pueden también mejorar la liquidez de los contribuyentes, ya que los tipos reducidos se aplican en la cadena de producción y distribución, generando menores cargas impositivas a lo largo del proceso. Esto, a su vez, favorece la reinversión de recursos en el desarrollo de la actividad, promueve la creación de empleo y fortalece el tejido empresarial local.
Además, aquellos que operan tanto en el mercado local como en el internacional pueden obtener un doble beneficio, optimizando su estructura de costes y aprovechando las facilidades que ofrece el marco legal del IPSI para las actividades de importación y exportación.
Retos y críticas
A pesar de las ventajas que ofrece el IPSI, no está exento de críticas y retos que ponen en duda su sostenibilidad a largo plazo. Por un lado, algunos expertos señalan que un régimen fiscal tan particular podría desincentivar la diversificación económica, ya que las ciudades podrían especializarse en actividades que únicamente busquen el beneficio fiscal, sin generar un valor real a largo plazo.
Por otro lado, existen argumentos de que la dependencia de incentivos fiscales podría perjudicar la recaudación global si la economía local no consigue crecer a un ritmo suficiente para compensar las exenciones y bonificaciones. Asimismo, el control y la supervisión de este impuesto requieren recursos importantes, lo que puede elevar los costes administrativos y burocráticos tanto para las autoridades como para los contribuyentes.
Finalmente, desde una perspectiva de competitividad, algunos sectores en la península consideran que las ventajas del IPSI generan una competencia desigual en relación con otras zonas del país, lo que ha derivado en debates y revisiones periódicas de su normativa con el objetivo de equilibrar las diferencias territoriales.
Proyecciones futuras
El futuro del IPSI está supeditado a diversos factores, incluyendo la evolución de la política fiscal española y europea, la situación económica de Ceuta y Melilla y la adaptación de las ciudades a los nuevos modelos de negocio y comercio digital. Es probable que el impuesto experimente ajustes y reformas para reforzar la transparencia, simplificar los trámites y garantizar un desarrollo sostenible a largo plazo.
En un mundo cada vez más globalizado y marcado por la competencia internacional, las ciudades autónomas deberán buscar un equilibrio entre mantener ventajas fiscales atractivas y fomentar un tejido productivo sólido y diversificado. Asimismo, la transformación digital y la aparición de nuevos nichos de mercado ofrecerán oportunidades para explotar las peculiaridades del IPSI y seguir captando inversión extranjera.
En definitiva, el IPSI representa un elemento clave en la estrategia de crecimiento y sostenibilidad de Ceuta y Melilla. Mantener su esencia, al tiempo que se realiza una adaptación progresiva a las exigencias de la economía global, será esencial para que este impuesto continúe siendo un pilar del desarrollo regional y un referente de fiscalidad diferenciada dentro del panorama nacional.
5 datos sobre el IPS
Importancia económica del IPSI
En 2023, el IPSI representó aproximadamente un 15% de los ingresos tributarios de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, según datos oficiales. Esto subraya su relevancia como fuente de financiación para los servicios públicos locales.
Tipos impositivos reducidos
El IPSI tiene tipos impositivos significativamente más bajos que el IVA en el resto de España. Por ejemplo, el tipo general del IPSI suele oscilar entre el 0,5% y el 10%, mientras que el IVA general en España es del 21%.
Beneficio fiscal para residentes
Gracias al IPSI y a otros incentivos fiscales, los productos en Ceuta y Melilla suelen ser entre un 15% y un 20% más baratos en comparación con el resto del territorio español, incentivando el consumo local.
Comercio exterior
En 2022, más del 30% de los bienes importados a Ceuta y Melilla estaban sujetos al IPSI, destacando la importancia del comercio internacional en la economía de estas regiones.
Incentivo para empresas
El régimen fiscal especial que incluye el IPSI permite a empresas instaladas en Ceuta y Melilla beneficiarse de una reducción del 50% en el Impuesto de Sociedades, lo que ha impulsado la creación de empresas tecnológicas y startups en estas ciudades.
Preguntas frecuentes sobre el IPSI
¿Qué es el IGIC y el IPSI?
El IGIC (Impuesto General Indirecto Canario) es un impuesto indirecto que se aplica en las Islas Canarias, mientras que el IPSI se aplica exclusivamente en Ceuta y Melilla. Ambos son alternativas al IVA en estas regiones especiales de España.
¿Quién paga el IGIC?
El IGIC lo pagan tanto los consumidores finales como las empresas en las Islas Canarias cuando adquieren bienes o servicios. Es un impuesto indirecto que grava el consumo.
¿Cuánto es el IGIC en 2024?
El tipo general del IGIC en 2024 es del 7%, aunque existen tipos reducidos para productos esenciales y exenciones para ciertos bienes y servicios específicos.
¿Qué productos están exentos del IPSI?
En general, algunos productos básicos de primera necesidad, ciertos medicamentos y bienes destinados a la exportación pueden estar exentos del IPSI. Es importante consultar la normativa específica para cada caso.
¿El IPSI es deducible como el IVA?
No, el IPSI no es deducible en la misma forma que el IVA. Las empresas no pueden recuperar el IPSI pagado a través de deducciones en su declaración, lo que es una diferencia clave con el IVA.
¿Cómo se paga el IPSI?
El IPSI se paga a través de autoliquidaciones trimestrales o anuales, dependiendo del régimen del contribuyente. Los modelos oficiales pueden presentarse en línea mediante la Ventanilla Virtual de Ceuta y Melilla.

Silvia Martín
Con más de seis años de trayectoria en Anfix, Silvia ha demostrado una evolución profesional constante y una capacidad excepcional para adaptarse y dest... Ver más
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