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¿Debe el autónomo tener una cuenta bancaria separada para su negocio?
Cuando hablamos de entidades como sociedades mercantiles, asociaciones o entidades sin ánimo de lucro, es obligatorio que dispongan de una cuenta bancaria específica para gestionar su tesorería y contabilidad. Esto asegura que todos los movimientos reflejados correspondan exclusivamente a la actividad de la entidad, sin incluir gastos personales de sus socios o partícipes. La normativa fiscal, como el Impuesto sobre Sociedades, exige una contabilidad clara y precisa, lo que hace inviable mezclar finanzas personales y empresariales.
Sin embargo, ¿qué pasa con los autónomos? A diferencia de las entidades jurídicas, los autónomos operan como personas físicas y no están legalmente obligados a tener una cuenta bancaria separada para su negocio. A pesar de ello, mantener una única cuenta para la actividad profesional y los gastos personales es una práctica desaconsejable.
Ventajas de separar las cuentas
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Organización financiera y control de recursos
Contar con una cuenta exclusiva para el negocio permite una mejor planificación de la tesorería, facilita el seguimiento de ingresos y gastos, y ayuda a evaluar la rentabilidad real de la actividad profesional. Por ejemplo, se evitan confusiones entre gastos personales como la hipoteca o los suministros del hogar y pagos empresariales como facturas de proveedores. -
Facilidad para justificar gastos deducibles
Una cuenta empresarial simplifica la identificación y justificación de los gastos relacionados con la actividad profesional. Esto es especialmente relevante a la hora de desgravar comisiones bancarias o justificar pagos ante una inspección fiscal. -
Mejores condiciones bancarias
Muchos bancos ofrecen cuentas específicas para empresas o autónomos con beneficios adicionales, como menores comisiones o tarjetas asociadas. Estas ventajas pueden resultar útiles en la gestión financiera del negocio. -
Disciplina financiera
Separar las finanzas ayuda al autónomo a asignarse una cantidad mensual fija como "sueldo", lo que facilita el control del presupuesto personal y empresarial. Además, evita gastar fondos necesarios para pagos futuros, como impuestos o facturas.
Una práctica altamente recomendable
Aunque el autónomo no cuente con un gran volumen de movimientos o no disponga de un local físico, tener una cuenta separada para su actividad profesional aporta claridad, control y seguridad financiera. Este pequeño esfuerzo puede marcar una gran diferencia en la gestión diaria del negocio y en su éxito a largo plazo.
Eva Fernández
Periodista con más de 10 años de experiencia en marketing digital y, en especial, en la generación de contenidos para marcas de diferentes sectores. De la mano de Anfix y con mi propia experiencia emprendiendo como freelance, he aprendido mucho en los últimos años sobre gestión del negocio, finanzas y productividad.
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