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Pedir financiación a un banco siempre es algo complicado, depende de la filosofía y objetivos de la entidad, la situación del mercado, pero sobre todo de nuestra información contable.
La contabilidad genera información que sirve para conocer cuál es la situación económico - financiera de cualquier negocio, sea grande o pequeño. Por eso una de las claves para solicitar financiación es analizar desde el punto de vista del banco nuestra información contable, es decir, el balance de situación y la cuenta de resultados. Porque al fin y al cabo la información contable aportada por la empresa indica la salud financiera del negocio y establece si tienes capacidad de pago para hacer frente a la devolución del capital más los intereses en el caso de solicitar un préstamo.
Aún así cualquier banco sabe que a veces la información contable no siempre es fiable por lo que suelen contrastarla con documentos externos a la empresa. Uno de ellos es la CIRBE, que muestra tus riesgos directos (préstamos, créditos, etc) e indirectos (avales que das a terceros), según la información aportada por el sistema financiero al Banco de España, y en base a esos controles y al historial de la empresa con el banco, en el caso de que ya sea cliente, analizarán en mayor o menor profundidad la información contable con el objetivo de conocer la capacidad de pago en base a la generación de tesorería que tiene el negocio. Para ello el banco analiza:
- El balance de situación: el documento contable que muestra una foto fija del patrimonio de la empresa, inversiones (lo que tiene) y financiación (lo que debe) a una fecha concreta, sin embargo el analista del banco sólo prestará atención a ciertas partidas del balance:
- Activo no corriente o inmovilizado: de cara a posibles garantías el banco prefiere que el inmovilizado sea tangible, en especial si son inmuebles cuyo valor se puede revalorizar en el futuro. Mientras todo lo que sea intangible, como las marcas, puede perder valor rápidamente e incluso no tenerlo.
- Existencias: en las empresas que venden productos una elevada cifra de existencias puede ser una forma de ocultar pérdidas, por lo que el analista del banco comprobará su importe con las ventas y su evolución respecto de otros años.
- Clientes: una buena cartera de clientes, en cuanto a su solvencia y fidelidad es sin duda una de las claves de cualquier negocio. Pero de cara al análisis del balance interesa que el importe de la partida de clientes no sea muy elevado porque de lo contrario indicará que el plazo de cobro es elevado o que están apareciendo impagados.
- Fondos propios: tanto por las aportaciones de los socios como por los beneficios retenidos. Cuanto mayores sean menor endeudamiento tendrá la empresa y por lo tanto más solvente será de cara al banco.
- Deudas: puede haber de varios tipos, por ejemplo con proveedores, Administración Pública, u otros bancos. En este último caso, se contrastará el importe del balance con el de la CIRBE.
- Fondo de maniobra: es decir la parte de los créditos a corto plazo que se financian con recursos permanentes.
- La cuenta de resultados: es el documento contable que muestra los ingresos y gastos, y por diferencia el beneficio o pérdida, de un negocio a una fecha concreta. Sin embargo el analista del banco sólo prestará atención a ciertas partidas para determinar tu capacidad de reembolso de la financiación en base a la generación de efectivo derivada de tus resultados:
- La cifra de ventas y su estacionalidad: que serán contrastadas con las declaraciones por IVA presentadas a la Hacienda Pública, durante el periodo al que se refiera la cuenta de resultados.
- El importe de las compras: sobre todo de cara a comprobar la fiabilidad de la cifra de existencias en balance así como el margen de beneficio que se aplica a las ventas.
- El volumen de los gastos de personal:, que serán contrastados con las retenciones por IRPF ingresadas a la Hacienda Pública, puesto que son un gastos fijo importante.
- El punto muerto: porque si es muy elevado tu empresa tendrá más riesgo de cara a conceder financiación.
- Los márgenes: entre los diferentes tipos de gastos (financieros y operativos) y las ventas, de cara a sacar porcentajes y compararlos con los del sector o los de otras empresas de la misma actividad que ya sean clientes del banco.
Tras el análisis de tu información contable el banco comprobará los resultados con los de otras empresas con la misma actividad, además de con la evolución de tu sector para determinar si tu negocio tiene más o menos riesgo que la media.
Eva Fernández
Periodista con más de 10 años de experiencia en marketing digital y, en especial, en la generación de contenidos para marcas de diferentes sectores. De la mano de Anfix y con mi propia experiencia emprendiendo como freelance, he aprendido mucho en los últimos años sobre gestión del negocio, finanzas y productividad.
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