La capacidad de exigir un determinado derecho, en muchas ocasiones, es limitada en el tiempo. La prescripción es la situación que se produce cuando se agota el tiempo establecido para hacer valer ese derecho.
La prescripción, en lo que a impuestos se refiere, es el plazo de tiempo del que dispone la administración para reclamar al contribuyente.
En el ámbito tributario, los impuestos prescriben a los cuatro años, a contar desde el final del plazo voluntario de presentación.
Veamos un ejemplo:
El plazo voluntario para presentar la Declaración de la Renta de 2015 terminó el 30 de junio de 2016. Hacienda podrá revisar el impuesto hasta el 30 de junio de 2020. A partir de esa fecha, ya no podrá hacerlo.
Del mismo modo, el contribuyente perderá también su derecho de reclamación si transcurre el mismo plazo de tiempo.
Para que se produzca la prescripción de un derecho han de darse determinados requisitos:
Eva Fernández
Periodista con más de 10 años de experiencia en marketing digital y, en especial, en la generación de contenidos para marcas de diferentes sectores. De la mano de Anfix y con mi propia experiencia emprendiendo como freelance, he aprendido mucho en los últimos años sobre gestión del negocio, finanzas y productividad.