El delito fiscal se comete cuando se defrauda a la Hacienda Pública una cantidad elevada (actualmente superior a 120.000 euros).
El fraude se produce cuando:
Para que estas conductas se consideren delito ha de probarse que existe intención de infringir la Ley y las normas establecidas.
De lo contrario, sería una infracción administrativa objeto de sanción.
El fraude no solo es delito si se comete en relación a la Agencia Tributaria (Hacienda), sino a la Seguridad Social o a cualquier organismo público.
El delito fiscal puede castigarse con penas de uno a cinco años de prisión. Además, el defraudador tendrá que pagar una multa en proporción a la cantidad defraudada.
En algunos casos, se podrá prohibir que el infractor no puede obtener subvenciones o ayudas públicas, beneficios fiscales o de la Seguridad Social durante un periodo de entre 3 y 6 años.
La reforma del Código Penal establece que las personas jurídicas (sociedades) puedan ser condenadas también por este tipo de delitos. En este caso, la sanción será solo económica.
Eva Fernández
Periodista con más de 10 años de experiencia en marketing digital y, en especial, en la generación de contenidos para marcas de diferentes sectores. De la mano de Anfix y con mi propia experiencia emprendiendo como freelance, he aprendido mucho en los últimos años sobre gestión del negocio, finanzas y productividad.