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Cómo hacer una correcta planificación financiera empresarial

Cómo hacer una correcta planificación financiera empresarial
Eva Fernández

En este articulo verás:

Este artículo ha sido escrito por Álex Caballero, emprendedor, experto en planificación financiera y gestión de negocios, y socio fundador de G&A

Seguro que en distintas ocasiones te habrás planteado cómo organizarte mejor a nivel financiero para que el beneficio que va generando tu empresa se utilice de la mejor manera.

En este artículo vas a descubrir los conceptos clave y la estructura básica de una buena planificación financiera para tu empresa, que te ayudarán a conseguir tus objetivos de negocio a corto, medio y largo plazo.

Además, al final del artículo conocerás los 3 errores más comunes que debes evitar a la hora de elaborar tu plan financiero.

Y todo ello sin tecnicismos ni complicaciones. Con un lenguaje sencillo para que dediques tu tiempo a realizarlo desde hoy mismo.

Plan financiero de una empresa

Podemos definir al plan financiero de una empresa como el presupuesto necesario para hacer el viaje que debes llevar a cabo para llegar al destino que has fijado en el mapa (plan estratégico).

Es decir, el objetivo de la planificación financiera es anticiparnos y poder tomar decisiones con una antelación suficiente antes que se produzcan los hechos que estamos planeando.

Porque no se te ocurriría planificar un viaje sin saber qué presupuesto tienes ni dónde quieres ir, ¿verdad?

Por todo ello, la planificación financiera de una empresa se incluye dentro del plan estratégico del negocio y te ayuda a hacer números para saber qué tienes que hacer para conseguir los objetivos que te has propuesto previamente.

Planificación financiera empresarial paso a paso

Una vez que ya sabes para qué sirve y cuál es el objetivo de la planeación financiera, ahora vas a conocer paso a paso cómo realizar una correcta planificación financiera para tu negocio.

1. Análisis de la situación actual de tu negocio

Antes de ponerte a pensar en dinero a futuro, hay que empezar de un punto de partida actual.

Es decir…

¿Cuál es la situación financiera actual de tu empresa?

Tienes que averiguar y recoger los siguientes datos:

  • Ingresos: de cualquier tipo, ya sea por ventas, alquileres, intereses de productos financieros… Todo lo que entre en caja.
  • Gastos: Al igual que los ingresos, debes contar con todos los gastos, tanto fijos como variables que tenga tu negocio (no te olvides de las comisiones y gastos bancarios y financieros en general).
  • Listado de bienes y antigüedad de los mismos: Analizar los bienes (inmobiliarios y mobiliarios) que tiene tu negocio, y apuntarlos junto a su antigüedad, para saber si ya están amortizados o todavía le quedan varios años por delante.
  • Financiaciones: Todos los préstamos, hipotecas, renting, leasing… que tenga tu negocio, incluyendo los años que restan, la cuota que se paga por ellos y el interés de cada uno.
  • Seguros: Aunque pueda parecer algo sin mucha importancia, debes apuntar los seguros que tiene vigentes tu negocio, junto a su fecha de vencimiento y su prima anual. Los seguros sirven para blindar tu planificación financiera y el plan estratégico de tu negocio, ya que si no se tienen bien cubiertos los riesgos de tu empresa, pueden destruirla.

2. Concretar objetivos empresariales

Una vez que tienes claro el punto de partida, lo siguiente que debes pensar es dónde quieres llegar.

Al igual que en un viaje largo, tú tienes claro cuál es la meta final, pero ese tiene diferentes etapas. Por lo tanto, durante el viaje tendrás que ir haciendo paradas y programarás el viaje en base a esas paradas intermedias hasta llegar al destino final.

Además, ante un viaje muy largo, siempre es muy recomendable planificar con tiempo esas paradas intermedias porque te ayudarán a ir avanzando paso a paso y motivarte por conseguir llegar a la siguiente parada que tienes cerca.

En el caso del planeamiento financiero es similar, aunque en vez de medir las metas intermedias en kilómetros lo medimos en años.

Me explico.

A nivel financiero, los objetivos empresariales se enmarcan dentro de tres categorías, y cada una de esas categorías tiene unas características distintas. Esas categorías son:

2.1. Corto Plazo

El corto plazo abarca todos aquellos objetivos de tu negocio que quieras conseguir en 1 año o antes. Aquí el dinero debe estar disponible para utilizarlo en breve por la cercanía de los objetivos.

Básicamente, es el presupuesto anual de tu empresa.

2.2. Medio Plazo

Aquí van a estar enmarcados los objetivos que abarquen entre 2 y 5 años. Estos objetivos serán pilares fundamentales a nivel estratégico para tu negocio. Se nutren de los objetivos del corto plazo.

2.3. Largo Plazo

En este plazo están incluidos los objetivos a más de 5 años vista. Aquí incluirás los objetivos que definen a tu empresa. Aquellos objetivos empresariales que suponen un cambio para tu negocio, y que alcanzarlos equivaldrían a un cambio de nivel en tu empresa.

Deben ser el resultado de la consecución de todos los objetivos del corto y del medio plazo.

3. Definir la estrategia financiera

Después de tener claro dónde quieres ir, hay que pensar en cómo llegar hasta allí. Es decir, cuál va a ser la estrategia financiera a seguir. Y esto va a depender de los plazos que viste en el apartado de los objetivos de tu empresa.

3.1. Fondo de emergencia

En primer lugar, tienes que preocuparte de tener un fondo de emergencia para imprevistos.

Este fondo de emergencia te servirá para hacer frente a desembolsos no planeados, como puede ser una compra de nueva maquinaria, indemnizar a un trabajador por su despido o pagar una multa de Hacienda.

Lo recomendable es que el dinero que haya en ese fondo de reserva sea, al menos, el equivalente a 6 meses de ingresos de tu negocio. El motivo es que, si a tu negocio le sobreviene un gran imprevisto, puedas seguir operando con la misma estructura y gastos sin poner en peligro la viabilidad de la empresa a corto plazo.

Es imprescindible es que este fondo de emergencia esté disponible en cualquier momento y no se encuentre invertido en ningún instrumento financiero.

3.2. Estrategia a corto plazo

A corto plazo tienes que primar la liquidez sobre la rentabilidad. El dinero que necesitas para tus objetivos a un año vista debes tenerlo disponible, como mucho, en 48 horas. E intentar que el dinero obtenga algo de rentabilidad, pero sin ser el objetivo principal.

Muy importante evitar endeudamientos a corto plazo que puedan hacer peligrar la viabilidad a corto plazo de la empresa. Si tienes que tirar de este tipo de endeudamiento, opta por líneas de crédito en vez de préstamos, que te penalizarán menos a nivel financiero.

3.3. Estrategia a medio plazo

Aquí deberías ser flexible en tu estrategia, puesto que es un plazo intermedio donde todo va a depender de cuántos años queden para tu objetivo.

Lo importante es inclinar la balanza hacia la liquidez para los objetivos que estén más próximos al corto plazo y buscar más rentabilidad para aquellos que se alejen más en el tiempo.

3.4. Estrategia a largo plazo

Aunque puedas pensar lo contrario, esta es la parte más importante de tu estrategia. La que va a marcar el destino de tu empresa.

Aquí tenemos que primar la máxima rentabilidad a nivel financiero, dejando de lado la liquidez puesto que el dinero que queramos utilizar para cubrir estos objetivos financieros lo vamos a ir generando durante el corto y el medio plazo.

4. Revisión de la estrategia

Tan importante es hacer una buena estrategia financiera como revisarla cada cierto tiempo para comprobar si sigue siendo buena o hay que cambiar algo. Pero…

¿Cada cuánto tiempo debe revisarse la estrategia financiera empresarial?

Lo mínimo es una vez al año. Pero esto puede ser muy poco en según qué tipo de sectores o negocios.

Por eso, lo recomendable es hacerlo una vez al semestre. Y si quieres sacar el máximo partido a tu estrategia, revisarla cada trimestre.

Con esto conseguirás más agilidad en la toma de decisiones de tu empresa y podrás reaccionar más rápido ante los cambios que puedan surgir a lo largo del tiempo.

Los 3 errores que debes evitar al hacer la planificación financiera de tu empresa

Ya sabes cómo elaborar una planificación financiera para tu empresa y conoces el paso a paso para hacerlo.

Pero puedes caer fácilmente en varios errores comunes que cometen muchos emprendedores.

Por eso, a continuación te voy a identificar los 3 errores más comunes, para que consigas que tu planeamiento financiero sea 100% útil para tu empresa y que el mapa que has trazado te sirva para llegar a tu objetivo.

1. No planificar distintos escenarios económicos

Uno de los errores más comunes (sino el que más) es no plantear distintos escenarios financieros para tu empresa.

El papel lo aguanta todo, y nuestras previsiones de ingresos y gastos van a cumplirse sí o sí en ese entorno controlado. Pero luego llega la realidad y te puede trastocar todos los planes…

Por eso, tienes que planificar 3 escenarios distintos:

  • Un escenario pesimista, con una previsiones de ingresos muy bajas, por debajo de la media de tus años anteriores o de la media de tu sector. Este escenario debe ser tu línea roja que marque el nivel debajo del cual tu empresa empieza a tener problemas de viabilidad.
  • Un escenario medio, haciendo unas previsiones moderadas y en la media con tus números anteriores o tu sector.
  • Un escenario optimista, donde consigas superar tus previsiones de ingresos y rompas tus récords anteriores. Este escenario debe ser tu meta, tu objetivo final, tu motivación.

2. Subestimar los gastos

Otro de los errores más comunes es tirar por bajo los gastos anuales que vas a tener en el año.

Eso hace que no tengamos en cuenta, por ejemplo, gastos financieros como comisiones, intereses o penalizaciones bancarias, o que no contemos gastos que, como son muy pequeños, “no merece la pena tenerlos en cuenta”.

Este error puede hacer que se tambalee la viabilidad de tu empresa. Por eso, quédate con esta frase:

Hay que ser realista en los gastos y pesimista en los ingresos.

Esto significa que los ingresos siempre pueden ser menos de los previstos, pero los gastos suelen ser mayores a los planificados.

Por eso, añade a tu presupuesto siempre un 10% extra dedicado a gastos imprevistos. Para cubrirte las espaldas.

3. Hacer tus propias cuentas sin contar con un profesional

Puede parecer contradictorio con el resto del artículo, pero tiene todo el sentido.

Te he explicado en este artículo cómo hacer una planificación financiera empresarial paso a paso, pero como has visto hay que tener muchos detalles en cuenta.

Por eso, aunque el esqueleto de la planificación lo hagas tú, es importante que cuentes con profesionales de esta materia para que te ayuden a crear todo el plan teniendo en cuenta todos los detalles y también, aunque no hemos hablado de ello, teniendo en cuenta la parte fiscal para optimizar la planificación financiera lo máximo posible de cara a que el impacto tributario sea el menor posible.

Es decir, utilizar estrategias que hagan que tu empresa pague menos impuestos.

Ahora es tu turno: ¿ya tienes hecha tu planificación financiera? ¿Has caído en alguno de los errores más comunes?


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