En este articulo verás:
Si eres autónomo o estás pensando en serlo, hay un concepto que, tarde o temprano, tendrás que entender a fondo: la base de cotización. Es uno de esos términos que, aunque suene técnico, tiene un impacto directo en tu bolsillo cada mes, y también en tu futuro, especialmente cuando hablamos de pensiones, bajas médicas o prestaciones por cese de actividad.
Este tema genera muchas dudas. ¿Cuánto tienes que pagar a la Seguridad Social? ¿Puedes elegir la base que quieras? ¿Qué pasa si un año ganas más y otro menos? En este artículo, voy a explicártelo todo paso a paso, con claridad, ejemplos y sin tecnicismos innecesarios.
Qué es la base de cotización y por qué es tan importante
La base de cotización es el importe sobre el que se calcula tu cuota de autónomo. En otras palabras, es la cantidad que le dices a la Seguridad Social que vas a utilizar como referencia para calcular cuánto debes pagar cada mes. Pero no solo afecta a lo que pagas, sino también a lo que recibirás en caso de baja, jubilación o cualquier otra prestación contributiva.
Por tanto, no es simplemente un número aleatorio. Tiene implicaciones importantes tanto a corto como a largo plazo.
Imagina que un mes te pones enfermo y no puedes trabajar. Pues bien, la cantidad que recibirás durante la baja dependerá directamente de tu base de cotización. Lo mismo ocurrirá si en el futuro te jubilas: tu pensión también estará condicionada por esa base. Por eso, elegirla bien es clave, y más aún desde que entró en vigor el nuevo sistema basado en ingresos reales.
El nuevo sistema de cotización por ingresos reales
Desde el 1 de enero de 2023, se acabó eso de que los autónomos pudieran elegir libremente cuánto cotizar. Ahora, las bases de cotización deben estar ajustadas a los rendimientos netos reales que generes con tu actividad. Esto se traduce en que cuanto más ganes, más cotizas; cuanto menos ganes, menos pagas.
Este sistema tiene un enfoque más justo, al menos sobre el papel, ya que se acerca al funcionamiento del régimen general de los trabajadores por cuenta ajena. Pero también exige mayor control y previsión por tu parte.
¿Qué se entiende por rendimientos netos reales?
Aquí no hablamos solo de lo que facturas, sino de lo que realmente te queda una vez descontados los gastos deducibles. Es decir, el beneficio que obtienes por tu actividad profesional o empresarial.
Para calcularlo, se toma como referencia el rendimiento neto fiscal declarado en el IRPF, al que se le aplica una deducción adicional del 7% en concepto de gastos generales (un 3% si tributas como autónomo societario).
¿Y cómo se relaciona con la base de cotización?
En función de ese rendimiento neto, la Seguridad Social establece una tabla con 15 tramos diferentes, cada uno con una base mínima y una base máxima. Tú puedes elegir tu base dentro del tramo que te corresponda, aunque si tus ingresos cambian, puedes solicitar un ajuste hasta seis veces al año.
Tramos, cuotas y ejemplos concretos
Vamos con lo práctico. A continuación te doy un ejemplo real basado en las tablas vigentes:
- Si tus rendimientos netos están entre 670 y 900 euros al mes, puedes elegir una base de entre 718,95 y 900 euros. La cuota resultante oscilará entre unos 225,75 y 282,60 euros al mes.
- Si estás en el tramo de 1.500 a 1.700 euros, tu base podrá ir de 960,78 a 1.700 euros, lo que supone una cuota mensual aproximada de 301,68 a 533,80 euros.
- Y si tus rendimientos superan los 6.000 euros mensuales, la base mínima será de 1.928,10 euros, y la cuota asciende a 605,42 euros mensuales.
Como ves, el sistema está diseñado para que cotices de forma proporcional a lo que ganas. Y eso tiene su parte buena: si en un periodo ingresas menos, no estarás obligado a pagar una cuota desproporcionada. Pero también implica una mayor planificación y seguimiento contable.
¿Puedo cambiar mi base de cotización?
Sí, y este es un punto importante. Como autónomo puedes modificar tu base de cotización hasta seis veces al año, adaptándola a tu previsión de ingresos. Las fechas de efecto de estos cambios son:
- 1 de marzo
- 1 de mayo
- 1 de julio
- 1 de septiembre
- 1 de noviembre
- 1 de enero del año siguiente
Esto te permite una cierta flexibilidad. Por ejemplo, si prevés que el segundo semestre del año será mejor en términos de facturación, puedes subir tu base para cotizar más y mejorar tus futuras prestaciones. O, al contrario, si estás atravesando un bache, puedes reducirla temporalmente para aliviar tu carga mensual.
Qué sucede si cotizas de más o de menos
Este punto es clave y mucha gente no lo sabe. Al final de cada año, la Seguridad Social realiza un proceso de regularización, en el que compara tus cotizaciones reales con lo que deberías haber pagado según tus rendimientos definitivos.
- Si has cotizado de más, te devolverán automáticamente el exceso antes del 30 de abril del año siguiente.
- Si has cotizado de menos, tendrás que abonar la diferencia.
Es por eso que llevar un buen control contable y una estimación realista de tus ingresos no es una opción, sino una necesidad. Y, por experiencia, puedo decirte que cuanto más ordenados tengas tus números, menos sorpresas desagradables te llevarás.
Qué incluye la cuota que pagas como autónomo
A menudo, cuando ves esa cifra que pagas a la Seguridad Social cada mes, puedes preguntarte: ¿a qué corresponde exactamente?
La cuota mensual incluye las siguientes coberturas:
- Contingencias comunes (enfermedad común, maternidad/paternidad…).
- Contingencias profesionales (accidentes de trabajo).
- Cese de actividad (el llamado “paro de los autónomos”).
- Formación profesional.
Y todo eso se calcula aplicando unos tipos porcentuales sobre tu base de cotización. Por ejemplo, para contingencias comunes se aplica el 28,3%, para contingencias profesionales un 1,3%, etc. La suma de todos ellos da lugar a la cuota final.
¿Y si estoy empezando como autónomo?
Si te estás dando de alta por primera vez, puedes acogerte a lo que se conoce como tarifa plana. Durante los primeros 12 meses (ampliables si cumples ciertos requisitos), solo pagarás 80 euros al mes, independientemente de tu base de cotización.
Esto no significa que tu base sea más baja, sino que estás disfrutando de una bonificación en tu cuota. A efectos de prestaciones, se te aplicará la base mínima del tramo más bajo.
Esta tarifa plana ha facilitado mucho el acceso al autoempleo, aunque conviene no perder de vista que, pasado ese primer año, tendrás que ajustar tu base según tus ingresos reales.
¿Cómo consulto mi base de cotización actual?
Puedes hacerlo muy fácilmente a través del portal de la Seguridad Social, en el área Importass. Allí tienes disponible el informe de bases de cotización, donde verás, mes a mes, cuál ha sido la base declarada, además de otros datos relevantes como los periodos de alta, la entidad que te cubre o tus cotizaciones acumuladas.
También puedes ver tus datos fiscales, las cuotas pagadas o incluso simular tu futura pensión. Cada vez más autónomos, y con razón, están empezando a usar estos recursos para tener un control más claro sobre su situación.
Qué base de cotización te conviene elegir
Aquí no hay una única respuesta válida para todos. Depende de tus ingresos, sí, pero también de tus expectativas y necesidades personales.
Por ejemplo, si tienes ingresos modestos pero sabes que quieres asegurarte una pensión futura decente o unas mejores coberturas por baja, te puede convenir elegir una base superior a la mínima. En cambio, si estás empezando, aún tienes ingresos inestables o necesitas reducir gastos, es lógico empezar con una base baja y luego ir ajustándola.
Como contable, siempre recomiendo hacer una planificación anual: prever ingresos, considerar imprevistos, analizar si tienes margen para subir la base sin asfixiar tu liquidez… y, en caso de duda, pedir ayuda a un asesor profesional. Una mala decisión en este punto puede pasarte factura en el futuro.
Lo que no debes olvidar sobre la base de cotización
Para terminar, déjame resumirte las ideas clave que deberías llevarte de este artículo:
- La base de cotización determina tanto lo que pagas como lo que recibes.
- Desde 2023, tu base debe adaptarse a tus ingresos reales.
- Puedes cambiarla seis veces al año para ajustarte a tus necesidades.
- La Seguridad Social regulariza al final de cada año y te devuelve o cobra diferencias.
- Puedes consultar tu situación y tus cotizaciones fácilmente online.
- Elegir bien tu base es una decisión estratégica y personal, no solo económica.
La base de cotización no es solo un tecnicismo más del mundo de los autónomos. Es una pieza clave en tu carrera profesional, que afecta a tu presente y también a tu futuro. Entender cómo funciona, cómo se calcula y cómo puedes ajustarla te ayudará a tomar mejores decisiones y a tener más tranquilidad.
Si llegaste hasta aquí, ya tienes en tus manos toda la información que necesitas. Ahora solo queda ponerla en práctica. Y si necesitas ayuda para analizar tu situación concreta, no dudes en contar con un asesor contable de confianza. Como siempre digo a mis clientes: en estos temas, prevenir sale mucho más barato que corregir.
Datos interesantes sobre la base de cotización de los autónomos
- Más del 80% de los autónomos cotizan por la base mínima.
A pesar de las ventajas de cotizar por bases más altas, la gran mayoría sigue optando por la base mínima, lo que puede repercutir negativamente en sus futuras pensiones o coberturas por incapacidad. - Solo un 10% de los autónomos decide subir su base cuando aumenta su facturación.
Muchos prefieren mantener su cuota lo más baja posible, aunque sus ingresos reales hayan crecido considerablemente, por miedo a perder liquidez mensual. - El nuevo sistema por ingresos reales afecta a más de 3,3 millones de autónomos.
Desde 2023, todos los autónomos están obligados a adaptar su base a sus rendimientos, lo que supone el mayor cambio en el sistema de cotización en décadas. - La pensión media de jubilación de los autónomos es un 40% inferior a la de los asalariados.
Esto se debe, en gran parte, a las bajas bases de cotización mantenidas durante años. Subir la base no solo mejora la prestación por jubilación, sino también las ayudas en caso de baja o cese de actividad. - Solo 1 de cada 4 autónomos revisa su base de cotización anualmente.
A pesar de que pueden hacer hasta seis cambios al año, la mayoría no actualiza su base ni siquiera una vez, desaprovechando la oportunidad de optimizar su cotización.
Preguntas frecuentes
¿Cómo puedo saber cuál es mi base de cotización?
Puedes consultarla fácilmente en el portal Importass de la Seguridad Social, accediendo al apartado “Informe de bases de cotización”. Allí encontrarás el detalle de tu base mes a mes, tus periodos de alta y otros datos relevantes. También puedes hacerlo mediante certificado digital, Cl@ve o vía SMS.
¿Cómo calcular la base reguladora de un autónomo?
La base reguladora depende del tipo de prestación que quieras calcular (jubilación, baja médica, cese de actividad…). En general, se obtiene a partir del promedio de tus bases de cotización durante un periodo determinado. Por ejemplo, para la jubilación se calcula con las bases de los últimos años; para una baja por enfermedad, se toma la base del mes anterior al hecho causante.
¿Cuáles son las nuevas cuotas para los autónomos en 2025?
En 2025, las cuotas seguirán ajustándose al sistema por ingresos reales, con tramos que oscilan entre los 202 euros y los 530 euros aproximadamente, dependiendo del rendimiento neto mensual. Los autónomos con ingresos más bajos pagarán menos, mientras que aquellos con ingresos superiores a los 6.000 euros al mes abonarán la cuota más alta.
¿Qué pasa si me equivoco al declarar mis ingresos?
La Seguridad Social regulariza tu situación una vez finalizado el año fiscal. Si has cotizado de más, te devolverán la diferencia antes del 30 de abril del año siguiente. Si has cotizado de menos, te requerirán el pago del importe correspondiente. Por eso es tan importante hacer estimaciones lo más precisas posibles y ajustar tu base a lo largo del año si tus ingresos varían.
¿Puedo cambiar mi base de cotización varias veces al año?
Sí. Desde 2023 puedes modificar tu base de cotización hasta seis veces al año, en función de tus previsiones de ingresos. Los cambios tienen efecto el 1 de marzo, mayo, julio, septiembre, noviembre y enero del año siguiente.
¿La base de cotización influye en mi pensión de jubilación?
Absolutamente. Cuanto mayor sea tu base de cotización, mayor será tu pensión en el futuro. Si cotizas por la base mínima durante muchos años, tu pensión también será mínima. Es una decisión estratégica que conviene revisar periódicamente, especialmente a medida que se acerca la edad de jubilación.
¿Qué ocurre si tengo ingresos muy bajos?
Si tus ingresos netos mensuales están por debajo del Salario Mínimo Interprofesional, puedes acogerte a la base mínima del tramo más bajo. No obstante, si no llegas al mínimo establecido, tendrás que justificar esa situación con documentación fiscal para evitar problemas o recargos.
¿Qué base de cotización me corresponde si soy autónomo societario?
En este caso, se aplica una base mínima diferente a la del resto de autónomos, y no puedes acogerte a la misma deducción del 7%, sino que se te aplica solo un 3%. Además, el tramo de cotización suele ser más elevado y no siempre puedes acceder a determinadas bonificaciones como la tarifa plana.
¿La tarifa plana afecta a mi base de cotización?
No. La tarifa plana bonifica tu cuota, pero no reduce tu base. En realidad, durante el primer año cotizas por la base mínima del tramo más bajo, aunque solo pagues 80 euros mensuales. Por tanto, tus coberturas estarán calculadas sobre esa base mínima.
¿Es obligatorio ajustar la base de cotización a mis ingresos reales?
Sí. Desde 2023, es obligatorio que tu base de cotización se sitúe dentro del tramo que corresponde a tus rendimientos netos reales. No puedes elegir una base inferior al mínimo de tu tramo, aunque sí puedes optar por una superior dentro del mismo si así lo deseas.

Marta Soto
Con formación en ADE, Marketing e Investigación de Mercados –finalizada con calificaciones de excelencia– y reforzada con un Máster en Dirección de Mark... Ver más
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