Hoy te vamos a dar unos consejos para motivar a tus vendedores, porque vender, evidentemente, es una actividad imprescindible, por ser la propia esencia del negocio de un empresario o autónomo.
Lamentablemente, en España contamos con poca cultura de venta y, por eso, son muy pocos los comerciales que realmente son rentables para sus jefes. Así que tanto si tienes un equipo comercial como si tienes sólo uno, debes de seguir estos consejos para motivar a tus vendedores:
- Establece un tipo de remuneración que motive: normalmente se han fijado siempre salarios fijos muy bajos, lo cual hace que el vendedor no se comprometa mucho con la empresa porque sabe que conseguir un buen sueldo gracias a las comisiones es difícil. De hecho, según el producto o servicio el porcentaje sobre la venta puede ser muy pequeño, por ejemplo del 5% cuando la venta del producto se basa mucho en la inversión en publicidad y otras acciones de marketing. Además, a veces se fijan incentivos en función de los objetivos fijados, tanto a nivel individual como a nivel de equipo o departamento. También existen incentivos basados en la evolución a largo plazo, pero se denominan bonus. Otras formas de remuneración son aquellas que prescinden de la parte fija y la sustituyen por los gastos en que incurra el comercial más comisiones.
- Fija objetivos: y como te decía antes, inclúyelos a la hora de fijar la remuneración. Pero no debes de motivar a tus vendedores sólo en el corto plazo, sino en la fidelización de la cartera de clientes. Y para ello tienes que hacer ver al comercial que cuidar al cliente supone un suculento bonus. Así que establece objetivos cuantitativos y cualitativos y, si puedes, negócialos con el vendedor, en especial cuando conoce bien el sector y su evolución.
- Mantén una visión global: recuerda que la base de estos consejos para motivar a tus vendedores es mejorar su rendimiento. No sólo se debe de beneficiar la empresa sino también la fuerza de ventas, así podrás fidelizarles con tu negocio. Para ello no olvides satisfacer sus necesidades reales, que muchas veces no son sólo económicas. Así que diseña una remuneración, en especial la variable en forma de bonus e incentivos, que tenga en cuenta vacaciones, formación, seguros, vehículos de empresa, etc. Aunque será importante que tengas en cuenta el coste de esa remuneración en especie.